domingo, 14 de noviembre de 2010

El contorno de un pensamiento


Imagen: Katerina Lomonosov.




No es viento lo que excita,
sino escalofríos errantes.


No bebo la sangre de tu cuerpo,
sino luz que tu piel emana.


No duermo con tu cabeza en mi almohada,
sino aspiro el sueño que exhalas.


Eres fuego pero no promesa.
Eres presencia pero no quimera.

Eres lluvia pero no instinto.
Eres tierra pero no estío.


¿Como es posible
que el contorno de un pensamiento
sea suficiente sustento
para que reviva mi aliento?

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